Junto a la boca del río Santa Lucía, en Carrasco, en el curso inferior del arroyo Pando y su afluente Tropa Vieja, en la zona del Solís Grande Inferior, y en grandes extensiones del departamento de Rocha (bañados de las Maravilla, de India Muerta, de San Luis, etc.), se desarrollan esteros o bañados que ocupan áreas importantes, contienen abundante vegetación hidrófila y protegen a multitud de aves y otras especies de la fauna indígena. (...)
El origen de tales bañados debe buscarse en los procesos de colmatación de antiguas bahías litorales, al tener lugar los movimientos geológicos de regresión (principalmente el del Vizcaíno) y al formarse barras que han obturado parcialmente o dificultado la libre desembocadura de las aguas fluviales. Luego la sedimentación y la invasión llevada a cabo por plantas hidrófilas, algunas rizomatosas, han ido cegando tales formaciones hasta reducirlas o hacerlas desaparecer, no sin favorecer a veces la producción gradual de depósitos de turba (Carrasco, Maldonado, Rocha).
Existen bañados salinos, como los de una parte de Santa Lucía Inferior y los del Solís Grande, y bañados ácidos: Arazatí, Carrasco, y gran parte de los de Rocha. Los primeros están poblados por plantas halófitas y los segundos por oxilófitas.
Las lagunas litorales son en el país bastante numerosas, pero las principales se hallan en los litorales costeros del este, integrando un litoral que debería ser llamado "litoral lagunar" en oposición al litoral marítimo (o estuárico) propiamente dicho; esta distinción ya es habitual en Río Grande del Sur. La mayor laguna es la Merín, de la cual pertenece al Uruguay una parte que no alcanza a un tercio de su extensión total. Esta laguna se comunica con la de los Patos por un canal natural llamado San Gonzalo, y la de los Patos se vincula directamente con el Atlántico, por medio de la boca estuárica de Río Grande del Sur. Las orillas de la Laguna Merín en la sección uruguaya son bastante sinuosas, con grandes flechas de arena y lagunas de segundo orden. Otras lagunas importantes del litoral uruguayo son la Negra o de los Difuntos (vinculada con la Merín, en forma indirecta), la de Castillos (comunicada con el Atlántico por el arroyo Valizas, que se comporta como tidal creek o arroyo de marea, con régimen estuárico), las lagunas de Rocha, Garzón, José Ignacio y del Sauce (estas dos últimas en el departamento de Maldonado). A la lista habría que agregar la pequeña laguna del Diario, en el departamento de Maldonado.
Algunas lagunas, como la Negra y la del Sauce, tienen parte de las orillas rocosas, pero en general las riberas están formadas por depósitos recientes y con frecuencia son muy indecisas, pobladas de juncos, que las van fijando progresivamente. A veces aparecen pequeñas lagunas que simulan satélites de las mayores, como ocurre con la laguna Negra.
Lo mismo que los bañados, las lagunas litorales han sido creadas por los procesos que condujeron a la edificación de grandes barras arenosas costeras, que al emerger progresivamente han creado obstáculos al libre desagüe de los arroyos; pero en el caso de las lagunas, la existencia de cubetas primitivas o determinadas posteriormente por movimientos tectónicos ha sido una condición necesaria y se piensa que todo el sistema lagunar "Merín y de los Patos" se apoya sobre una fosa tectónica o graben. Los movimientos de emersión del litoral han favorecido el surgimiento de las barras, y el relativo distanciamiento de algunas lagunas respecto de la costa, como ocurre con la del Sauce, comunicada con el Plata por el arroyo del Potrero, se debe al crecimiento de la barra convertida en cordón litoral, por el avance de las arenas movidas por el viento tierra adentro; sobre la vieja barra existen hoy los restos del famoso bosque artificial de Lussich. Es posible que junto a la boca del Santa Lucía existiera en otras épocas una laguna, la que al procesarse la regresión Vizcaína vio elevarse su fondo y se convirtió gradualmente en zona de bañados.
Las mayores profundidades lagunares se encuentran en la laguna Merín, donde el máximo es 12 metros, y en la Laguna Negra; pero lo corriente es que las profundidades sean muy exiguas. (...)
*Extraído de: "Relieve y Costas"
Jorge Chebataroff
Ed. Nuestra Tierra 1969
Páginas 57-58-59
El origen de tales bañados debe buscarse en los procesos de colmatación de antiguas bahías litorales, al tener lugar los movimientos geológicos de regresión (principalmente el del Vizcaíno) y al formarse barras que han obturado parcialmente o dificultado la libre desembocadura de las aguas fluviales. Luego la sedimentación y la invasión llevada a cabo por plantas hidrófilas, algunas rizomatosas, han ido cegando tales formaciones hasta reducirlas o hacerlas desaparecer, no sin favorecer a veces la producción gradual de depósitos de turba (Carrasco, Maldonado, Rocha).
Existen bañados salinos, como los de una parte de Santa Lucía Inferior y los del Solís Grande, y bañados ácidos: Arazatí, Carrasco, y gran parte de los de Rocha. Los primeros están poblados por plantas halófitas y los segundos por oxilófitas.
Las lagunas litorales son en el país bastante numerosas, pero las principales se hallan en los litorales costeros del este, integrando un litoral que debería ser llamado "litoral lagunar" en oposición al litoral marítimo (o estuárico) propiamente dicho; esta distinción ya es habitual en Río Grande del Sur. La mayor laguna es la Merín, de la cual pertenece al Uruguay una parte que no alcanza a un tercio de su extensión total. Esta laguna se comunica con la de los Patos por un canal natural llamado San Gonzalo, y la de los Patos se vincula directamente con el Atlántico, por medio de la boca estuárica de Río Grande del Sur. Las orillas de la Laguna Merín en la sección uruguaya son bastante sinuosas, con grandes flechas de arena y lagunas de segundo orden. Otras lagunas importantes del litoral uruguayo son la Negra o de los Difuntos (vinculada con la Merín, en forma indirecta), la de Castillos (comunicada con el Atlántico por el arroyo Valizas, que se comporta como tidal creek o arroyo de marea, con régimen estuárico), las lagunas de Rocha, Garzón, José Ignacio y del Sauce (estas dos últimas en el departamento de Maldonado). A la lista habría que agregar la pequeña laguna del Diario, en el departamento de Maldonado.
Algunas lagunas, como la Negra y la del Sauce, tienen parte de las orillas rocosas, pero en general las riberas están formadas por depósitos recientes y con frecuencia son muy indecisas, pobladas de juncos, que las van fijando progresivamente. A veces aparecen pequeñas lagunas que simulan satélites de las mayores, como ocurre con la laguna Negra.
Lo mismo que los bañados, las lagunas litorales han sido creadas por los procesos que condujeron a la edificación de grandes barras arenosas costeras, que al emerger progresivamente han creado obstáculos al libre desagüe de los arroyos; pero en el caso de las lagunas, la existencia de cubetas primitivas o determinadas posteriormente por movimientos tectónicos ha sido una condición necesaria y se piensa que todo el sistema lagunar "Merín y de los Patos" se apoya sobre una fosa tectónica o graben. Los movimientos de emersión del litoral han favorecido el surgimiento de las barras, y el relativo distanciamiento de algunas lagunas respecto de la costa, como ocurre con la del Sauce, comunicada con el Plata por el arroyo del Potrero, se debe al crecimiento de la barra convertida en cordón litoral, por el avance de las arenas movidas por el viento tierra adentro; sobre la vieja barra existen hoy los restos del famoso bosque artificial de Lussich. Es posible que junto a la boca del Santa Lucía existiera en otras épocas una laguna, la que al procesarse la regresión Vizcaína vio elevarse su fondo y se convirtió gradualmente en zona de bañados.
Las mayores profundidades lagunares se encuentran en la laguna Merín, donde el máximo es 12 metros, y en la Laguna Negra; pero lo corriente es que las profundidades sean muy exiguas. (...)
*Extraído de: "Relieve y Costas"
Jorge Chebataroff
Ed. Nuestra Tierra 1969
Páginas 57-58-59
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